1.-
Mi madre me envió a la bodega a comprar.
-Que quieres m´jita?
-una lata de leche condensada
-´perate un momentico
y se aparace Lázaro con una lata que no se parecía en nada a las que yo estaba acostumbrada a ver: La Lechera, o Nela. La que puso encima del mostrador tenía la cara de un bebé y unas letras muy raras que yo no había visto en mi vida. Lázaro se queda esperando a que yo le de el dinero. Y yo.... mirando las letras, al fin me decido
-Es que .....yo le pedí una lata de leche condensada
-m´jita esto es leche condensada rusa, y es la que hay.
-¿no tiene Nela?
-Esto es lo que hay, díselo a tu mamá.
Al final pagué y me marché a casa. Allí otra vez la misma historia:
-¿esto qué es?
-leche condensada rusa, dice Lázaro que no hay otra cosa.
-Bueno, vamos a ver qué tal es esto.
Mi madre me envió a la bodega a comprar.
-Que quieres m´jita?
-una lata de leche condensada
-´perate un momentico
y se aparace Lázaro con una lata que no se parecía en nada a las que yo estaba acostumbrada a ver: La Lechera, o Nela. La que puso encima del mostrador tenía la cara de un bebé y unas letras muy raras que yo no había visto en mi vida. Lázaro se queda esperando a que yo le de el dinero. Y yo.... mirando las letras, al fin me decido
-Es que .....yo le pedí una lata de leche condensada
-m´jita esto es leche condensada rusa, y es la que hay.
-¿no tiene Nela?
-Esto es lo que hay, díselo a tu mamá.
Al final pagué y me marché a casa. Allí otra vez la misma historia:
-¿esto qué es?
-leche condensada rusa, dice Lázaro que no hay otra cosa.
-Bueno, vamos a ver qué tal es esto.
Se lo pusimos a la malta y ...puajj......
Y eso que.... aún no había llegado la carne rusa.
2.-
-Lolita vete a la bodega y tráeme una libra de manteca.
Y allá va servidora a la bodega. Regreso enseguida, la bodega está a la vuelta de casa. Mi madre pone la manteca a calentar para freir los platanitos...... al poco rato
-¿quién piso porquería y no limpió los zapatos antes de entrar? Lolaaaaaa, ven acá muchacha, déjame ver los zapatos.
-Yo no he hecho nada
-Pues, aquí huele a porquería. ¿Será el gato de la vecina? y mi madre buscando por todas partes, hasta que se le ocurre entrar a la cocina. ¡Ay! pero si es la manteca, ¿pero que cosa es esto señor? Mi madre apaga el fuego y sale disparada al teléfono, escucho la conversación:
-Laudelina, ponme con Lázaro por favor (espera que se hace interminable)
-¿Lázaro? oye que mandé a la niña a comprar y me ha traído una manteca con una peste que esto no hay quien lo aguante.
-Señora, eso es manteca rusa*
-¡¿manteca rusa?!, oye chico eso tiene que ser manteca de oso.
- ¡Señora! ¿cómo va a ser manteca de oso?*
Los platanitos se quedaron con un sabor a rayos
......Y eso que aún no había llegado la carne rusa.
*esto fue lo que dijo mi madre que Lázaro le respondió.
Y eso que.... aún no había llegado la carne rusa.
2.-
-Lolita vete a la bodega y tráeme una libra de manteca.
Y allá va servidora a la bodega. Regreso enseguida, la bodega está a la vuelta de casa. Mi madre pone la manteca a calentar para freir los platanitos...... al poco rato
-¿quién piso porquería y no limpió los zapatos antes de entrar? Lolaaaaaa, ven acá muchacha, déjame ver los zapatos.
-Yo no he hecho nada
-Pues, aquí huele a porquería. ¿Será el gato de la vecina? y mi madre buscando por todas partes, hasta que se le ocurre entrar a la cocina. ¡Ay! pero si es la manteca, ¿pero que cosa es esto señor? Mi madre apaga el fuego y sale disparada al teléfono, escucho la conversación:
-Laudelina, ponme con Lázaro por favor (espera que se hace interminable)
-¿Lázaro? oye que mandé a la niña a comprar y me ha traído una manteca con una peste que esto no hay quien lo aguante.
-Señora, eso es manteca rusa*
-¡¿manteca rusa?!, oye chico eso tiene que ser manteca de oso.
- ¡Señora! ¿cómo va a ser manteca de oso?*
Los platanitos se quedaron con un sabor a rayos
......Y eso que aún no había llegado la carne rusa.
*esto fue lo que dijo mi madre que Lázaro le respondió.
3.-
Mi madre acostumbraba a comprarme los zapatos en una peletería que se llamaba Los Jimaguas, en la calle Galiano, una tarde que fuimos, mientras yo me probaba los zapatos, mi madre se puso a conversar con el dependiente y escucho que ella le dice: "¡Pero cómo va a ser eso!"en eso que el dependiente sale y llega con otro señor, éste último le dice algo a mi madre que después no paraba de reir y de decir ¡ay, que gente más rara!
Lo que le contaron fue lo siguiente:
El señor que entró a hablar con mi madre, era un dependiente de la tienda de al lado, creo que se llamaba Los Reyes, donde vendían ropa de caballero.
El dependiente, unos días antes había atendido a un ruso, fue cuando comenzaron a llegar los técnicos, que quería comprar ropa interior, el hombre va para los probadores, y al poco rato sale de ahí para pagar, el dependiente quiere saber dónde está la mercancía para cobrarla y ponerla en una bolsa. Respuesta del ruso:la tengo puesta. El dependiente salió disparado para el probador y se encuentra la ropa usada del caballero que la había dejado ahí. El dependiente le dice al ruso que se la tiene que llevar, y el ruso le dice que no, que esa ropa se queda ahí, que él ya no la necesita.
¡Y menos mal que la carne rusa aún no había llegado!...
Sospecho que lo peor está por llegar. Ayer volví a ver Goodbye Lennin. No sé si la conoces pero un hijo busca por todo Berlín la comida de la RDA, solo que tras la caída del muro todo era diferente.
ResponderEliminar¡Qué trabajo cuesta hacerse a las nuevas costunbres! ¿verdad?
Un beso
No he visto la película, hace tiempo vi una que se llamaba algo asi como las aventuras de un ruso en Nueva York, y era desternillante porque es muy parecido a lo que nos sucede a los que salimos de la isla y nos encontramos de repente con tanto consumismo.
ResponderEliminarLo de la carne rusa, no hay palabras para describirla.
Olvidé despedirme: Saludos!, y sí acostumbrarse de lo bueno a lo malo siempre cuesta bastante más que si fuese al revés. ;)
ResponderEliminarLola, que bueno que nos cuentas estas historias, todos esos detalles son muy interesantes para nosotros, que nacimos en medio de la instauración de ese proceso absurdo.
ResponderEliminarTe recomiendo, como dice tawaki, ese filme ‘Good bye Lenin’ pues es una obra genial.
A propósito, hace unos días proyectaron (ocasión unica)en la Habana 'la vida de los otros' (también alemán) una película que denuncia la persecución que sufre la gente en los regímenes totalitarios. Esta ultima ganó el Oscar al mejor largometraje extranjero en su pasada edición. Un famoso disidente cubano la rebautizó, como la vida de nosotros.
Saludos, t
p.s. Déjanos saber si tienes dificultades para entrar nuevamente.
LOla de tus tres cuentos... yo creo que la carne rusa era mejor... al menos si la hervias bien y le botabas el agua tres veces se podia comer...jaja!
ResponderEliminarJajaja, oye y con todo lo que podamos criticarle a la manteca de oso y a la carne rusa !qué bien que nos vendría ahora!
ResponderEliminarEn los noventa, la manteca de oso se vio convertida en aceite usado de motor de carro. Y la carne rusa en la famosa nada proteica.
saludines
Hola Lola, yo no voy a ser muy diferente a los otros que han comentado porque por un lado te agradezco estos relatos que nos traes en el post y por el otro decirte que tienes que disfrutar del film Goodbye Lenin. Saludos!
ResponderEliminarGA Buscaré la película. El problema que tenía con el blog era que no venía las fotos, pero ya se arregló.
ResponderEliminarMedea La verdad es que la carne rusa la evitamos durante bastante tiempo, mi padre siempre estaba forrajeando para que comiéramos decente, él corría bastante riesgo con todas esas cosas pero nunca permitió que pasáramos muchas necesidades al menos en cuanto a comida.
General Ya sé que la cosa no está ahora para muchos remilgos, pero sólo trato de dar una imagen de lo que supuso el cambio de las "costumbres alimenticias" en la mayoría de las familias.
Budokan Ya estaba convencida para buscar la película, pero definitivamente viniendo la recomendación por tu parte, ahora es que ya es de visionado obligado.
Gracias a todos por los comentarios, Saludos!!
¿este post no es politicamente incorrecto?
ResponderEliminarJuan Rafael, No sé a qué te refieres como políticamente incorrecto, sólo cuento cosas que nos sucedieron, no invento nada. La tercera historia podría ser una leyenda urbana, en cuanto a que no la vivimos en primera persona.
ResponderEliminarSaludos!!
Guau! Sabía que tenías un arte increíble a la hora de crear tus bellas joyas, pero me has sorprendido con estas 3 historias, pues hija, con que arte las narras, da gusto leerlas!
ResponderEliminarUn abrazo enorme linda! :)
Oops! Tienes razón. Le voy a echar la culpa a blogger porque estaba viendo dos post a la vez y a uno los comments tardaban en abrir y en fin, que me he liado y tu comentario iba para el otro e imagino que viceversa.
ResponderEliminarSorry. Pobres rusos.
Hola Lola!!!!como siempre buenisiiimoss tus cuentos!!!!no me quiero ni imaginar como era la carne rusa....!!!!!!menos mal que ya paso, aunque pienso en las personas que quizas tengan todavia que calarse eso en tu pais!!! y con el miedo de que no suceda en otros sitios!!!un beso enooorrrmeee!!!!!!! por aqui todo bien POR AHORA!!!!JAJAJAJ
ResponderEliminarHOla bonita, me pasaba para desearte lo mejor, pasalo muy bien con tu nena disfruta cada momento y, no te preocupes seguiré aquí esperándote jijij
ResponderEliminarbesotes
Me esncantó tu historia, pobres rusos!!!! q famita no? yo creo q no consumí nada de ese pais (por suerte) jajajajaj. Un besote Lolita :0)
ResponderEliminarHola Lola, tus cuentos preciosos y además creados con un ingenio estupendo. Felicidades, me han gustado los tres y no hace falta decirte que tus creaciones son muy finas y muy elegantes.
ResponderEliminarUn besito
Hola Lola
ResponderEliminarEstan muy buenas esas historias, mucho que ver con esa película que todos te han recomendado. Mi jefe es ruso y es muy linda persona. Así conozco unos poquitos rusos más y es interesante escuchar la impresión tan distinta de gente que estudió en Rusia, a la gente rusa, muy importante contextualizar.
Un abrazo!!!:)
Lola,
ResponderEliminarUna vez mas nos sorprendes con tu exquisita manera de contar las cosas. Las palabras justas. Nada superfluo. Todo tal y como lo vistes. Muy buenos tus
No comparto tu opinion sobre la carne rusa. Creo como Medea, que si se preparaba bien, podia comerse y no sabía a rayos. Era simplemente distinta.
En cuanto a los rusos que conocimos en Cuba en los 60s-80s, ya eso es otra cosa. Parece como si hubieran sido escogidos por la CIA para dar una imagen nefasta del comunismo. Yo viví en Moscu en los 70s y era diferente. No era una ciudad occidental, pero se parecía bastante. Había comida en abundancia, ropa, transporte facil, y un pueblo culto y trabajador. Ah! y la tecnologia rusa funcionaba.
Disclaimer: No me pagan nada los rusos. Los admiro porque se lo merecen.
Saludos,
Al Godar
Hola!!!pasaba a saludarte...ya se que esta tu hija, bueno disfrutala!!!!un beso
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios, esto que narro es mi visión personal vista desde la perspectiva de una niña y lógicamente no tiene que coincidir con la opinión de los demás.
ResponderEliminarAlgodar, Medea, yo lo siento pero la carne rusa me sentaba fatal, debo de tener estómago burgués. A los rusos, como pueblo, siempre les he admirado, de hecho entre mis autores preferidos están Dostoyeski y Tolstoi, también he leído a Gorki. Mi compositor predilecto es Tchaikvosky. Admiro la valentía con la que lucharon en la 2ª guerra mundial, pero tal vez tendría que haber especificado que
la crítica iba más bien a la Unión Soviética no al pueblo ruso en sí.
Saludos a todos.
Dalis, mi hija no ha venido todavía, pero ando un poco líada y entre una cosa y otra no voy a tener mucho tiempo para pasar por aquí. Recibí tu correo, te contesto luego.
Saludos a todos y que tengan unas felices fiestas y un buen año 2008.
hola Lola
ResponderEliminarprimero racias por tu interés en el devenir de mi país, por ahora podemos apenas sonreir
me pude reir a carcajadas con tus sucesivos encuentros con los productos rusos
y eso que no había llegado la carne
un abrazo, felices fiestas y nos seguimos enccontrando