En su monte seco y pardo:
Yo tengo más que el leopardo,
Porque tengo un buen amigo.
Duerme, como en un juguete,
La mushma en su cojinete
De arte del Japón: yo digo:
“No hay cojín como un amigo.”
Tiene el conde su abolengo:
Tiene la aurora el mendigo:
Tiene ala el ave: ¡yo tengo
Allá en México un amigo!
Tiene el señor presidente
Un jardín con una fuente,
Y un tesoro en oro y trigo:
Tengo más, tengo un amigo.
José Martí
Hoy los amantes del cine nos hemos levantado con una triste noticia, Robin Williams ha sido encontrado muerto en su domicilio, dicen que probablemente ha sido un suicidio.
En todas partes he encontrado notas alabando su buen quehacer cinematográfico, y aunque es cierto que me gustaba verlo actuar, mi película preferida es La Jaula de las locas, yo prefiero recordarlo como el buen amigo que fue. Williams y Christopher Reeve se conocían desde la época en que ambos eran estudiantes y compañeros de habitación en la Escuela de Arte Dramático Julliard . Cuando Reeve tuvo el accidente que lo dejó paralítico,su amigo se ofreció a pagar los gastos que no cubriera el seguro y estuvo en todo momento a su lado. Ese detalle fue el que más me ha admirado de la personalidad de Williams. No siempre tienes buenos amigos a tu lado cuando más los necesitas.