Este blog al paso que va se va a convertir en un anuncio de necrológicas, pero es lo que sucede cuando ya una tiene unos cuantos años y ve como los artistas a los que admiraba o le han "acompañado" en determinados momentos de la vida se van marchando de este mundo.
Si Luis Aguilé fue el precursor de la "canción del verano" Georgie Dann fue su continuador, eran canciones alegres con música pegadiza y en ocasiones nada políticamente correctas si se miran con los estándares de hoy.
Como solo lo escuchaba cuando llegaba el verano y en la tele y la radio nos bombardeaban con la nueva creación no tenía idea de que aparte de estas canciones más o menos pasables, Dann también fue un músico de jazz y al parecer un buen clarinetista pero dicen que cuando hay que comer a diario hay que hacer de tripas corazón y dedicarse a algo más sustancioso, y la verdad es que el hombre resultaba simpático con esos trajes y esas coreografías que se montaban alrededor de él.
Ahora ha pasado a un plano superior y espero que ahí siga haciendo mover el esqueleto, madre mía me ha salido un "chiste macabro", y que los que aquí seguimos, de momento, podamos seguir alegrándonos con su música que si no era lo más exquisito al menos nos ayudan a olvidar las penas diarias, que ésas nunca faltarán.