Crecí viendo viejas películas durante la sobremesa en mi hogar, allá en Cuba, mi tierra natal. Este blog es un compendio de mis aficiones, el cine y la bisutería, y también parte de mis recuerdos infantiles y juveniles. Bienvenido a mi rincón virtual.
adora les dejo aquí su correo: mgm1944@hotmail.es
Papá ya lo había dicho, en cuanto se terminaran las deudas que había contraído para sacar adelante el negocio que había puesto, le enviaríamos un paquete a la familia en Cuba. Así que cuando llegó el momento, comenzamos los preparativos, lo primero: ir al consulado, a pedir el papel del permiso, 5.000 pesetillas de nada (en 1972 eso era un dinerito), en el papelito nos indicaban lo que se podía enviar, y nos recordaban que debíamos de 
presentar una factura de todo lo comprado, factura que "arreglamos" un poco. El siguiente paso fue ir de compras, aprovechamos las rebajas, que en esa época si eran rebajas y no lo de ahora, y compramos todo lo que se permitía, el paquete llegó a pesar cerca de los 50 kgs. y eso que quitamos todo tipo de envolturas. Lo único que no nos dejaron pasar fueron unos sobrecitos con laurel y azafrán, no estaba permitido enviar nada de alimentos, -pero es que esos no son alimentos, son condimentos, dijo mi padre,
-no, le dijeron, -no se puede. El paquete hubo que llevarlo abierto al consulado, ahí daban el visto bueno y comprobaban con las facturas que presentamos. Después de pasar este trámite, vuelta a casa a preparar el paquete, ¡que emoción, lo contenta que se iba a poner la familia!
aron, cuando recibieron la nota de que había llegado un paquete a nombre de mi madre, había una cifra anotada, y ellos pensaron que sería el número del paquete, cuatro dígitos tenía la cifra, 14 los dos primeros, lo siento, pero ya mi madre no se acuerda el número exacto,y cuando fueron a buscar el paquete, tachán tachán SORPRESA, el númerito en cuestión era lo que tenían que pagar por derechos de aduana, es como si les hubieran cobrado y bien cobrado todo lo que llevaba dentro, nada de una cantidad testimonial, no señor, el negocio era cobrar unos aranceles que dejaban a más de uno sudando, para algunos artículos el porcentaje sobrepasaba el 100%, muchas personas tenían que vender parte de lo recibido para pagar la dichosa factura. En casa por suerte, no se llegó a ese extremo, pero fue suficiente para que fuese el único paquete que enviáramos por esa vía. Como dice Marrero un cuenta chistes de aquí: ¡Más nunca! Ya nos ocuparíamos de buscar otras vías, igualito que lo que hacían los funcionarios del consulado de aquí para sus envíos particulares.
Según contaba Ingrid Bergman, el guión de la película se hacía a diario, y ella no sabía con quién terminaría quedándose. Lo mismo sucedió con el final, se tenían pensado tres, pero al rodarse el primero, todo el mundo supo que ése era EL FINAL
ero éste era un poco supersticioso, y no le gustaba hacer películas en las que muriera. Viendo el resultado, me alegro que haya sido tan supersticioso. Bogart tenía que ser Roy Early.
en Hur ¿Qué puedo añadir a lo que ya he comentado sobre esta película? Buscando al actor que encarnaría a Judá Ben Hur, se llegó a pensar en Rock Hudson, e incluso en el mismísimo Stephen Boyd. Creo que la elección fue la adecuada, no me imagino a Hudson en la carrera de cuádrigas, lo de él eran las comedias rosa con Doris Day.
a él a la fama, se le consideró el heredero de Douglas Fairbanks. La película está basada en una novela de Rafael Sabatini, y antes de la versión con Flynn, ya se había hecho otra en 1924 protagonizada por J. Warren Kerrigan. Para la versión que nos ocupa, se había pensado primeramente en Robert Donat.
hacerlo. ¿Te gusta algún deporte de 
riesgo?
