Translate
miércoles, 28 de enero de 2009
Natalicio de Martí
domingo, 18 de enero de 2009
West Side Story
Como obra musical se estrenó en el Winter Garden de New York en 1957. La versión para el cine se estrenó en 1961.
La historia es archiconocida, dos jóvenes que se enamoran pero que no tienen la aprobación de sus respectivas familias, en este caso, los grupos a los que pertenecen: Jets y Sharks.
De todos los números musicales, no se con cuál me quedaría, desde el primero donde se introduce a las dos bandas, pasando por el famosísimo America, hasta la balada que cantan Tony y María. Y desde luego Gee Officer Krupke. Hay algunas diferencias entre las canciones que se cantan en la película y las de la obra de teatro. En América, por ejemplo, en el teatro son Rosalía y Anita las que dan su punto de vista, mientras que en el film las opiniones las dan chicos y chicas, siendo estas últimas las que están encantadas de vivir en Manhattan al contrario de los chicos que sólo ven dificultades.
Ni Natalie Wood en el papel de María, ni Richard Beymer en el papel de Tony, cantaron con sus voces, ambos fueron doblados, la primera por Marnie Nixon y el segundo por Jim Bryant. También Rita Moreno fue doblada por Betty Wand aunque Rita si cantaba, el motivo del doblaje lo ignoro.
Aquí, el encuentro entre Tony y María durante la fiesta en el gimnasio.
martes, 13 de enero de 2009
Good Medicine Bag Project
BubbleShare: Share photos - Find great Clip Art Images.
La dirección de Shelly por si alguien se anima:
Shelly Kneupper Tucker
P.O. Box 2241
Denton Tx 76202
U.S.A.
martes, 6 de enero de 2009
Profesor Buigas
Recuerdo al profesor Buigas como un señor muy serio, que a cada momento se daba un paseo por cada clase y comprobaba "in situ" cómo eran las clases que se impartían. La verdad es que infundía mucho respeto, pero era un hombre muy volcado en sus responsabilidades.
Aquí, pueden ver la entrada.
jueves, 1 de enero de 2009
De cuando los reyes magos se unieron a la huelga
Ahora les contaré cómo fue mi primer encontronazo con esa revolución.
Para apoyar el triunfo de F.C. se hizo una huelga general de 8 días, que fueron los que tardó el comandante en llegar a La Habana, y claro, todo estaba cerrado, así que se acordó que la festividad de los reyes se pasara al día 11 de enero.
Yo tenía en esa época 7 años, cumpliría 8 el 10 de enero. En esos tiempos, los niños crecían creyendo en los reyes magos, lo del Papá Noel o Santa Claus, aún no había arraigado, aunque ya había un intento tímido de ir incorporando el personaje a las costumbres nacionales.
Bueno, para no desviarme demasiado, mi madre nos había comentado a los dos más pequeños, que los reyes no iban a venir el día de siempre, sino unos días más tarde. A mi esa noticia, la verdad que no la entendí, los reyes no habían faltado nunca a su cita, así que no veía yo por qué no iban a cumplir.
La noche del 5 de enero, yo coloqué mi calcetín con mi carta, no en el sitio de siempre, que era el árbol de navidad, porque ese año siguiendo la orientación de los rebeldes, en casa tampoco se puso árbol, sino cerca de la ventana por dónde se suponía que entrarían los reyes, así no tendrían confusión y encontrarían fácilmente la carta. Mi madre me volvió a decir: los reyes no vienen mañana. Pero, a mi eso no me cabía en la cabeza, debe de ser que mi parte canaria se resistía a creerlo, los canarios tenemos fama de ser de ideas fijas.
Al día siguiente, me levanté sorprendida de que mi padre no me hubiese llamado para ver lo que nos habían dejado los reyes, él siempre tenía la costumbre de antes de irse a trabajar a las cinco de la mañana, nos llamaba para ver nuestra reacción, nosotros nos levantábamos, veíamos las cosas, jugábamos un rato y luego nos íbamos otra vez a la cama. Pero ese día, nada de eso había sucedido, así que me levanté y entré a la sala corriendo, cuando vi que la carta seguía en el mismo sitio, me dio un sentimiento que me eché a llorar a moco tendido y no hacía más que repetir, pero si yo me he portado bien, yo me he portado bien, ¿por qué no me han dejado lo que pedí? Mi madre trataba de consolarme y me repetía que ya me había dicho que los reyes no iban a ir ese día, pero yo estaba inconsolable. Había pasado como una hora cuando ¡SORPRESA! mi padre se apareció en casa con una muñeca y un camión de bomberos, y nos dijo que él había ido a ver cómo estaban las cosas en el negocio, que estaba cerrado por la huelga, y que se había encontrado que los reyes habían dejado ahí unos juguetes para nosotros. La paz volvió a casa y a mi me volvió el alma al cuerpo. A pesar de ser el año de menos regalos, es el que recuerdo con más cariño, porque mi padre al verme tan desesperada, se las arregló para conseguir algo con qué obsequiarnos ese día.
Unos años más tarde, la festividad de los reyes magos dejó de celebrarse, nada que tuviese un ligero olor a religioso debía de permitirse en la formación del hombre y la mujer nuevos.