Audrey Hepburn era todo elegancia, bien dicen que la elegancia es algo innato, a ella le sucedía como a Grace Kelly: nacieron con ese don y lo tuvieron hasta su muerte.
La actriz de origen belga no interpretó demasiadas películas durante su carrera en el cine, pero normalmente fueron papeles de los que se guardan grato recuerdo, uno de ellos ¡cómo no! es Vacaciones en Roma que siendo su primera película en Hollywood le dio como resultado ganar el Oscar a la mejor actriz. La historia a día de hoy puede resultar un poco "ñoña" para las generaciones actuales pero para mí sigue teniendo un encanto especial: una princesa que quiere, aunque sea por unas horas, estar lejos del protocolo de su estatus y consigue, gracias a un periodista que busca una buena exclusiva, pasar un día inolvidable en la maravillosa ciudad eterna, y aunque el amor surge entre la pareja cada cual tomará luego su rumbo.
Una princesa viviendo su cuento de hadas al revés.
El traje con el que se despide de Roma, creación como el resto del vestuario, de Edith Head.
Otra película, donde prácticamente de cenicienta se convierte en princesa es Sabrina, en ésta interpreta a la hija del chófer de una familia rica de Nueva York, ella está enamorada del hijo menor de esa familia y como se supone que es una relación imposible, su padre, que ha reunido un dinerito, la envía a Paris para que aprenda alta cocina, de allá regresa no solo convertida en chef sino en toda una elegante dama gracias al patrocinio de un generoso señor que conoció durante sus clases en la capital francesa. El vestido de fiesta que saca en esa película es precioso , obra de Givenchy, que a partir de ahí se convirtió en el "modisto de cabecera" de la actriz.
"Sabrina" en la prueba de vestuario con el vestido que llevaba antes de su aventura en París.
Aquí con el precioso vestido de fiesta de Givenchy, y que estuvo desaparecido por unas cuantas décadas hasta que fue hallado en un baúl de la Paramount y vendido en subasta por 217.000 dólares.
Otro cambio espectacular es el que da en My fair Lady, donde un empecinado profesor Higgins se empeña en convertir en toda una dama a una pobre vendedora de flores.
En la fiesta de la Embajada donde finalmente el Sr. Higgins gana su apuesta.
Entre sus otras películas, me gustan: Desayuno con diamantes, Charada, Historia de una monja, Sola en la oscuridad, Dos en la carretera, donde presenta una buena muestra de ropa que abarca la década en que se supone transcurre la historia, diseños de Mary Quant y de Paco Rabanne entre ellos.
El vestido de Rabanne confeccionado con círculos metálicos.
A partir de los años sesenta se involucró en las actividades a favor de la infancia y terminó como Embajadora de buena voluntad de UNICEF, viajó a diversos países en desarrollo y además apoyó la causa contra el Sida. Actualmente hay una estatua que la representa en la sede de UNICEF en Nueva York, inaugurada en 2000.
El espíritu de Audrey