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miércoles, 23 de diciembre de 2020

Feliz Navidad.

Ya se va este año que nos ha traído a todos de cabeza, esperemos que el próximo sea mejor, aunque si me guío por las noticias ya no sé ni qué pensar.

Tanto que se decía que de todo esto íbamos a salir mejores y veo que estamos igual o peor que antes, igual de egoístas y desconsiderados hacia el resto, no hay más que ver que a diario salen notas de personas que pasan olímpicamente de la normativa que hay por cuenta de la pandemia, jóvenes que se reúnen a hacer sus botellones como si no hubiera un mañana, ancianos abandonados a su suerte, personas aparentemente "normales" y  que si se les llama la atención por el mal uso, o no uso, de la mascarilla la emprenden a golpes con quien sea, da lo mismo que sea un sanitario o un policía quien haya hecho el comentario, luego está la agresividad permanente en las redes sociales, no digo que todos pero una gran mayoría parece que utiliza internet solo para poder destilar toda la mala baba que llevan dentro y aquí da lo mismo que sean de derechas de izquierdas o el mismísimo  sursum corda  el que opine. 

Así que yo prefiero pensar en cosas agradables, en recordar cómo eran las navidades cuando yo era una niña y nos reuníamos toda la familia allá en mi barrio de La Víbora donde vivíamos y mi padre tenía su negocio, o los días de merienda o cuando para mí era como un día de fiesta aquellas visitas que hacía junto a mi madre. 

Creo que me he alargado mucho en mis divagaciones, bueno si han podido llegar hasta aquí les deseo a todos unas muy felices navidades o fiestas, como prefieran llamarlas. Ahora les dejo el que para mí es el más hermoso villancico, y con el que al fin un día pude cumplir mi sueño de poder "cantarlo" en su idioma original cuando estudiaba alemán hace ya más de 20 años pero que siempre recuerdo ese instante como muy especial.