Este año que ya termina me ha traído de todo un poco, cosas muy buenas y otras no tanto.
De entre las buenas destaca el aumento de la familia con un nuevo miembro.
Por otro lado ya nos hemos ido adaptando a esta ciudad, el frío ya lo soportamos mejor aunque el calor es otro tema, cuando llega el verano sigo echando de menos Las Palmas, con su panza de burro incluida.
De las cosas malas, aunque son ley de vida, he perdido a una gran amiga y a mi hermano mayor, además supe del fallecimiento de otra amiga de la juventud que aunque hacía tiempo que no sabía de ella siempre he guardado muy gratos recuerdos de la época en que estudiábamos juntas. Ya algún día hablaré de ella, creo que se lo debo.
También en los últimos tiempos he andado un poco pachuchilla, nada de importancia, pero ya se van notando los años, dentro de unos días cumpliré 67 y también será mi 40º aniversario de boda, casi nada, y aunque suene a tópico tengo que decir que Julio ha sido el mejor compañero que haya podido tener en mi vida, así que espero que podamos seguir juntos durante bastante tiempo más.