Esto que viene más abajo me lo enviaron en un correo, el autor del escrito es Fernando Dámaso Fernández, lo he puesto aquí porque aparte de recordarme cosas de mi infancia, el autor del artículo tal parece que vivía puerta con puerta conmigo, más abajo he puesto un añadido referente a las "reformas económicas" de Raúl Castro.
Conversando con conocidos, contemporáneos generacionales y emocionales, recordábamos la existencia, en nuestra adolescencia y juventud, de algunos establecimientos y servicios hoy desaparecidos. Algún lector tal vez argumente que así ha sucedido en todas partes, ya que lo nuevo se impone y las cosas cambian; esl caso es que aquí no aconteció ningún cambio, sino que simplemente desaparecieron.
Comencemos por la bodega de barrio, ese establecimiento hispano-cubano-chino, abarrotado de víveres, útiles para el aseo y la limpieza, confitería, bebidas y licores, donde las familias adquirían lo necesario para sus necesidades diarias, pagándolo al contado o a crédito, a pesar del cartelito de "Hoy no fío, mañana sí", colocado en lugar bien visible por el bodeguero, quien era el primero en no respetarlo.Además del cartelito, en la bodega existía la "contra" gratuita en aceitunas, alcaparras, sal azúcar, gofio o caramelos rompe-quijada, según el gusto del cliente. También, la barra de madera dura, con sus racimos de cocos de agua y el cubilete, para los adictos a tirar los dados al consumir una cerveza frío o un trago caliente., acompañados del obligatorio saladito de queso, jamón camarones secos, anchoas o aceitunas, en este caso, de acuerdo al gusto del bebedor.
En el portal, el puesto de fritas (otra desaparición) casa de socorro de quienes gustaban o estaban obligados a comer ligero poro las noches: pan con bistec, croqueta, perro caliente, yuca con mojo, etcétera, todo bien servido y barato.
Junto a la bodega o cerca de ella, por lo regular, la carnicería, con sus carnes frescas y refrigeradas, seccionadas por tipos para su utilización en diferentes platos: filete, file tillo, palomilla, lomo, boiche, jarrete, costilla de riñonada,
faldas de primera y segunda, picadillo molido delante del cliente con la carne escogida por éste, ternilla y el trozo de hueso con tuétano para la sopa o el puñado de piltrafa para la mascota, estos últimos, obsequios al comprador.
Otras desapariciones fueron el puesto de frutas, cubano o chino, el primero con sus frutas sanas, limpias y variadas, tanto nacionales como extranjeras, expuestas al cliente, y el segundo, además con variedad de frituras y los sabrosos helados naturales elaborados en sorbetera. El bar de la esquina, con su victrola cargada de discos y ambiente alegre, lugar de reunión de amigos y conocidos, donde se compartían tragos y se conversaba sobre lo humano y lo divino, a veces con el salón de billar aledaño, para practicar el deporte de las bolas y los tacos, tan deporte como otro cualquiera. La cafetería, de ambiente más familiar, con sus sándwiches, medianoches, bocaditos y galletas de soda preparadas con jamón y queso, batidos de todo tipo, jugos y refrescos. El estanquillo de periódicos y revistas, y el sillón del limpiabotas, donde además de adquirir la prensa plana, se lustraban los zapatos con paño sonoro y cepillo rítmico, hasta hacerlos lucir como un espejo.
Y hay más; la panadería, con su horno de leña y sus olorosos panes calientes de diferentes tipos, sus galletas, palitroques y coscorrones. En Nochebuena, centro del barrio para asar los cerdos en tártaras chorreantes de manteca. Las mejores instalaciones, con pasteles de queso y de carne.
La farmacia, pulcra, iluminada, olorosa, con el farmacéutico que era casi un médico, capaz de indicarrnos la medicina para nuestro mal, inyectarnos y hasta regalarnos un trozo de azúcar candy. Después, ampliado su surtido, convertida en Drug Store al estilo norteamericano.
Y la quincalla, tienda en miniatura, donde se podía encontrar lo necesario, desde la cuchilla de afeitar, un jabón o un desodorante, hasta el perfume o llavero para el regalo olvidado, además del revelado de rollos y la impresión de fotografías, la venta de billetes de lotería, cigarrillos, tabacos y fósforos y hasta el apunte de la bolita de Castillo, La China y Campanario.
En el portal, el puesto de fritas (otra desaparición) casa de socorro de quienes gustaban o estaban obligados a comer ligero poro las noches: pan con bistec, croqueta, perro caliente, yuca con mojo, etcétera, todo bien servido y barato.
Junto a la bodega o cerca de ella, por lo regular, la carnicería, con sus carnes frescas y refrigeradas, seccionadas por tipos para su utilización en diferentes platos: filete, file tillo, palomilla, lomo, boiche, jarrete, costilla de riñonada,
faldas de primera y segunda, picadillo molido delante del cliente con la carne escogida por éste, ternilla y el trozo de hueso con tuétano para la sopa o el puñado de piltrafa para la mascota, estos últimos, obsequios al comprador.
Otras desapariciones fueron el puesto de frutas, cubano o chino, el primero con sus frutas sanas, limpias y variadas, tanto nacionales como extranjeras, expuestas al cliente, y el segundo, además con variedad de frituras y los sabrosos helados naturales elaborados en sorbetera. El bar de la esquina, con su victrola cargada de discos y ambiente alegre, lugar de reunión de amigos y conocidos, donde se compartían tragos y se conversaba sobre lo humano y lo divino, a veces con el salón de billar aledaño, para practicar el deporte de las bolas y los tacos, tan deporte como otro cualquiera. La cafetería, de ambiente más familiar, con sus sándwiches, medianoches, bocaditos y galletas de soda preparadas con jamón y queso, batidos de todo tipo, jugos y refrescos. El estanquillo de periódicos y revistas, y el sillón del limpiabotas, donde además de adquirir la prensa plana, se lustraban los zapatos con paño sonoro y cepillo rítmico, hasta hacerlos lucir como un espejo.
Y hay más; la panadería, con su horno de leña y sus olorosos panes calientes de diferentes tipos, sus galletas, palitroques y coscorrones. En Nochebuena, centro del barrio para asar los cerdos en tártaras chorreantes de manteca. Las mejores instalaciones, con pasteles de queso y de carne.
La farmacia, pulcra, iluminada, olorosa, con el farmacéutico que era casi un médico, capaz de indicarrnos la medicina para nuestro mal, inyectarnos y hasta regalarnos un trozo de azúcar candy. Después, ampliado su surtido, convertida en Drug Store al estilo norteamericano.
Y la quincalla, tienda en miniatura, donde se podía encontrar lo necesario, desde la cuchilla de afeitar, un jabón o un desodorante, hasta el perfume o llavero para el regalo olvidado, además del revelado de rollos y la impresión de fotografías, la venta de billetes de lotería, cigarrillos, tabacos y fósforos y hasta el apunte de la bolita de Castillo, La China y Campanario.
La barbería, centro de tortura cuando niños, con la tabla para colocar sobre los brazos del sillón Koken, para elevar nuestra cabeza a la altura de las tijeras del barbero, y después magnífico lugar para compartir, mientras esperábamos nuestro turno para un corte de pelo, afeitado y masaje, enterándonos del acontecer del barrio, además de las noticias nacionales y extranjeras y las opiniones de cada cual, muchas veces motivo de interesantes y sustanciosas polémicas.
La tintorería y el tren de lavado de los chinos; la primera, cubana, imprescindible para el buen vestir, donde nos dejaban presentables los pantalones, el saco deportivo y el traje, además de las camisas y guayaberas bien planchadas al vapor y además, con servicio de recogida y entrega a domicilio, en pecheros de madera con su nombre grabado y, como obsequio, el almanaque y el abanico a fin de año; la segunda, para la ropa de cama, manteles y todo lo que fuera de hilo o lino, las toallas y otros ajuares del hogar, hervidos, secados al sol y planchados, entregados en paquetes de papel cerrados con alfileres.
Y que decir del cine de barrio, con su doble tanda diaria y tres los domingos (la matinée) presentando dos películas en cada una (la principal y la de relleno) noticiero, documental, animados y los avances de sus próximos estrenos, olor a creolina, ventiladores en las paredes (mas tarde, aire acondicionado) y venta de refrescos y golosinas, tanto en los asientos de luneta como de balcony. Como portero, el dueño, en la taquilla, su esposa o alguna de sus hijas y en el proyector un minusválido alcohólico, ya que, al romperse la cinta o quemarse algún fotograma, el auditorio gritaba a voz en cuello: ¡Cojo, suelta la botella!, hasta que se encendían las luces y se restablecía el orden.
La lista podría continuar, pero sería interminable. Son cosas desaparecidas, no por el paso natural del tiempo, sino por regulaciones y disposiciones absurdas, que pretendieron crear un país a imagen y semejanza de un estrecho criterio jacobina unipersonal, olvidando a los ciudadanos y sus necesidades, preferencia y tradiciones. Lo terrible es que estas aberraciones sociales fueron aceptadas sin chistar y hasta aplaudidas por muchos, sin que la maayoría nos indignáramos (por utilizar una palabrita de moda) ni hiciéramos nada para evitarlas. Con el paso del tiempo y los cambios, que irremediablemente, sobrevendrán, estos establecimientos y servicios reaparecerán. No serán iguales ni tal vez siquiera parecidos a los anteriores, pero seguro serán mucho mejores y, lo más importante, no podrán ser eliminados nuevamente.
Y esto es la segunda parte:
Entre las "novedades" del régimen cubano se encuentra la autorización para determinados oficios por cuenta propia, lo que que aquí llamamos autónomo.
Actividades:
La tintorería y el tren de lavado de los chinos; la primera, cubana, imprescindible para el buen vestir, donde nos dejaban presentables los pantalones, el saco deportivo y el traje, además de las camisas y guayaberas bien planchadas al vapor y además, con servicio de recogida y entrega a domicilio, en pecheros de madera con su nombre grabado y, como obsequio, el almanaque y el abanico a fin de año; la segunda, para la ropa de cama, manteles y todo lo que fuera de hilo o lino, las toallas y otros ajuares del hogar, hervidos, secados al sol y planchados, entregados en paquetes de papel cerrados con alfileres.
Y que decir del cine de barrio, con su doble tanda diaria y tres los domingos (la matinée) presentando dos películas en cada una (la principal y la de relleno) noticiero, documental, animados y los avances de sus próximos estrenos, olor a creolina, ventiladores en las paredes (mas tarde, aire acondicionado) y venta de refrescos y golosinas, tanto en los asientos de luneta como de balcony. Como portero, el dueño, en la taquilla, su esposa o alguna de sus hijas y en el proyector un minusválido alcohólico, ya que, al romperse la cinta o quemarse algún fotograma, el auditorio gritaba a voz en cuello: ¡Cojo, suelta la botella!, hasta que se encendían las luces y se restablecía el orden.
La lista podría continuar, pero sería interminable. Son cosas desaparecidas, no por el paso natural del tiempo, sino por regulaciones y disposiciones absurdas, que pretendieron crear un país a imagen y semejanza de un estrecho criterio jacobina unipersonal, olvidando a los ciudadanos y sus necesidades, preferencia y tradiciones. Lo terrible es que estas aberraciones sociales fueron aceptadas sin chistar y hasta aplaudidas por muchos, sin que la maayoría nos indignáramos (por utilizar una palabrita de moda) ni hiciéramos nada para evitarlas. Con el paso del tiempo y los cambios, que irremediablemente, sobrevendrán, estos establecimientos y servicios reaparecerán. No serán iguales ni tal vez siquiera parecidos a los anteriores, pero seguro serán mucho mejores y, lo más importante, no podrán ser eliminados nuevamente.
Y esto es la segunda parte:
Entre las "novedades" del régimen cubano se encuentra la autorización para determinados oficios por cuenta propia, lo que que aquí llamamos autónomo.
Actividades:
- Afinador y reparador de instrumentos musicales.
- Aguador
- Albañil
- Alquiler de animales
- Alquiler de trajes
- Amolador
- Animador de fiestas, payasos o magos
- Arriero
- Artesano
- Aserrador
- Asistente infantil para el cuidado de niños
- Barbero
- Bordadora-tejedora
- Boyero o carretero
- Cantero
- Carpintero
- Carretillero
- Cerrajero
- Chapistero de bienes muebles
- Cobrador pagador
- Servicio de coche de uso infantil tirado por animales
- Comprador vendedor de discos
- Comprador vendedor de libros de uso
- Constructor vendedor o montador de antenas de radio y televisión
- Constructor vendedor o reparador de artículos de minbre
- Criador vendedor de animales afectivos
- Cristalero
- Cuidador de animales
- Cuidador de baños públicos
- Cuidador de enfermos, personas con discapacidad y anciano
- Cuidador de parques
- Curtidosde pieles (excepto cuero de ganado mayor)
- Decorador
- Desmochador de palmas
- Elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico. (Paladares) Ejerce la actividad en su domicilio mediante el uso de mesas, sillas, banquetas o similares hasta 20 capacidades.
- Elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas a domicilio.
- Elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas al detalle, en su domicilio o de forma ambulatoria.
- Elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas al detalle en punto fijo de venta (Cafetería)
- Elaborador vendedor de carbón.
- Elaborador vendedor de vinos
- Elaborador vendedor de yugos, frontiles y sogas
- Electricista
- Electricista automotriz
- Encargado, limpiador y turbinero de inmuebles.
- Encuadernador de libros
- Enrollador de motores, bobinas y otros equipos
- Entrenador de animales
- Fabricante vendedor de corona y flores
- Forrador de botones
- Fotógrafo.
- Fregador engrasador de equipos automotores
- Gestor de viajeros
- Grabador cifrador de objetos
- Herrador de animales o productor vendedor de herraduras y clavos
- Hojalatero
- Instructor de automovilismo
- Intructor de prácticas deportivas (excepto las artes marciales)
- Jardinero
- Lavandero o planchador
- Leñador
- Limpiabotas
- Limpiador y comprobador de bujías
- Limpiador y comprobador de fosas
- Manicura
- Maquillista
- Masajista
- Masillero
- Mecánico de equipos de refrigeración
- Mecanógrafo
- Menajero
- Modista o sastre
- Molinero
- Operador de audio
- Operador de compresor de aire, ponchero o reparador de neumáticos
- Operador de equipos de recreación infantil
- Parqueador, cuidador de equipos automotores, ciclos y triciclos.
- Peluquera
- Peluquero de animales domésticos
- Personal doméstico
- Pintor automotriz
- Pintor de bienes muebles o barnizador
- Pintor de inmuebles
- Pintor rotulista
- Piscicultor
- Plastificador
- Plomero
- Pocero
- Productor vendedor de artículos varios de uso en el hogar
- Productor vendedor de accesorios de goma
- Productor vendedor de artículos de alfarería
- Productor vendedor o recolector vendedor de artículos de alferería y otros materials, con fines constructivos
- Productor vendedor de artículos religiosos (excepto las piezas que tengas valor patrimonial según regula el Ministerio de Cultura) y vendedor de animales para estos fines.
- Productor vendedor de bastos, paños y molduras
- Productor vendedor de bisutería de metal y recursos naturales
- Productor vendedor de calzado
- Productor vendedor de escobas, cepillos y similares
- Productor vendedor de figuras de yeso
- Productor vendedor de flores y plantas ornamentales
- Productor vendedor de piñatas y otros artículos similares ara cumpleaños
- Productor, recolector vendedor de hierbas para alimento animal o Productor, recolector vendedor de hierbas medicinales.
- Profesor de música y otras artes
- Profesor de taquigrafía, mecanografía e idiomas
- Programador de equipos de cómputo
- Pulidor de metales
- Recolector vendedor de recursos naturales
- Recolector vendedor de materias primas
- Relojero
- Reparador de artículos de cuero y similares
- Reparador de artículos de joyería
- Reparador de bastidores de cama
- Reparador de baterías automotrices
- Reparador de bicicletas
- Reparador de bisutería
- Reparador de cercas y caminos
- Reparador de cocinas
- Reparador de colchones
- Reparador de enseres menore
- Reparador de equipos de oficina
- Reparador de equipos eléctricos y electrónicos
- Reparador de equipos mecánicos y de combustión
- Reparador de espejuelos
- Reparador de máquinas de coser
- Reparador de monturas y arreos
- Reparador de paraguas y sombrillas
- Reparador y llenador de fosforeras
- Repasador. Exceptúa a los maestros en activo
- Restaurador de muñecos y otros juguetes
- Restaurador de obras de arte
- Sereno o portero de edificio de viviendas
- Soldador
- Talabartero
- Tapicero
- Techador
- Tenedor de libros (Se exceptúan los contadores y técnicos medios en contabilidad con vínculo laboral en la especialidad)
- Teñidor de textiles
- Tornero
- Tostador
- Trabajador agropecuario eventual
- Traductor de documentos
- Trasquilador
- Trillador
- Vendedor de producción agrícola en puntos de ventas y quioscos
- Zapatero remendón
- Trabajador contratado (solicitado por el trabajador por cuenta propia titular para laborar con él)
- Arrendador de viviendas, habitaciones y espacios que sean parte integrante de la vivienda
- Elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico con características especiales del Barrio Chino
- Servicio de paseo de coches coloniales
- Contratistas privados
Figuras costumbristas
149. Habaneras
150. Cartománticas
151. Artista de danza folclórica
152. Grupo musical "Los Mambises"
153. Caricaturistas
154. Vendedores de flores artificiales
155. Pintores callejeros
156. Dandy
157. Peluqueras peinadoras de trenzas
158. Pelador de frutas naturales
159. Dúo de danzas "Amor"
160. Pareja de baile "Benny Moré"
161. Exhibición de perros amaestrados
162. Dúo musical "Los Amigos"
163. Figurantes
164. Peluquero tradicional
Transporte y carga de pasajero
165. Camiones
166. Camionetas
167. Paneles
168. Ómnibus
169. Microbús
170. Autos
171. Medios ferroviarios
172. Jeeps
173. Embarcaciones para transporte de pasajeros
174. Motos
175. Triciclos
Tracción animal y humana
149. Habaneras
150. Cartománticas
151. Artista de danza folclórica
152. Grupo musical "Los Mambises"
153. Caricaturistas
154. Vendedores de flores artificiales
155. Pintores callejeros
156. Dandy
157. Peluqueras peinadoras de trenzas
158. Pelador de frutas naturales
159. Dúo de danzas "Amor"
160. Pareja de baile "Benny Moré"
161. Exhibición de perros amaestrados
162. Dúo musical "Los Amigos"
163. Figurantes
164. Peluquero tradicional
Transporte y carga de pasajero
165. Camiones
166. Camionetas
167. Paneles
168. Ómnibus
169. Microbús
170. Autos
171. Medios ferroviarios
172. Jeeps
173. Embarcaciones para transporte de pasajeros
174. Motos
175. Triciclos
Tracción animal y humana
176. Carretones
177. Coches
178. Ciclos
177. Coches
178. Ciclos
En 1968 el barbas decidió que todo tipo de actividad económica de índole privada fuera eliminada de un plumazo, y así eliminó los pequeños negocios que quedaban: algunos bares, el oficio de modista, carpinteo, etc, y hasta el vendedor de maní despareció del paisaje urbano. Todos los ciudadanos deberían de trabajar para un solo patrón: El Estado.
Tremendo ejercicio de memoria Lola, la verdad que a veces no todos los cambios son para bien, yo añoro un monton de cosas...
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas cosas me son familiares de mis años en Venezuela, es una pena que tantas cosas entrañables desaparezcan...
ResponderEliminarBesos y salud
Si ya nos cuesta ver desaparecer determinadas cosas, profesiones y oficios, malo es cuando no se sustituyen por algo mejor.
ResponderEliminarHace un tiempito publiqué algo al respecto. Parece ser que el "país de los universitarios y profesionales" ahora invita descaradamente a ganarse los frijoles y el ron, trabajando de payaso, cartomántica, dandy o sacadora de piojos y liendres, con el respeto que me merecen quienes sobreviven con eso.
ResponderEliminarUn saludo, isleña.
Jose
La memoria y el sentimiento no nos lo quitará nadie. Ha sido un gusto leerte.
ResponderEliminarQue bonito es recordar y yo lo leo pero estoy seguro que cuando tu lo lees o escribes lo tienes como imagen como si fuera ayer.
ResponderEliminarAlgún día acabará la dictadura y volveran esas profesiones, comidas, ambiente...pero soy de la opinión de que el tiempo pasó y no serán iguales a estos recuerdos,una lástima.
Saludos de Alfonso.
Fran, el mérito no es mío aunque sí que es cierto que cuando me enviaron el correo recordé muchísimas cosas que ya tenía bastante olvidadas.
ResponderEliminarGracias por pasar y comentar.
Genín, cuando estaba pasando esto al blog, me acordé de ti, me alegro haberte traído gratos recuerdos, que no todo van a ser obituarios.
Tawaki, es normal que con el avance de las nuevas tecnologías muchos oficios desaparezcan, lo que es ilógico es que ya pasada la primera década del siglo XXI en Cuba se le de luz verde, como novedad , a oficios como reparador y rellenador de fosforeras (mecheros). En 53 años de dictadura, Cuba ha vuelto a los principios del siglo XX y lo que es peor con mucha más miseria que la que había en esa época.
Paradise Spirit, la lista la tomé de un blog y olvidé decirlo en la entrada, Todo el mundo habla, igual era tuya. Perdón por no haber pedido permiso. El oficio de cartomántica me imagino que incluirá la tirada de caracoles, ¿pero ese tipo no decía que todas esas cosas eran producto de la ignorancia?
ResponderEliminarPepe, la verdad es que la lectura de ese correo me llevó a mi niñez y a mi barrio, hasta me pareció estar en medio de la gritería con eso de cojo suelta la botella.
Alfonso, si las cosas hubiesen sido distintas, por supuesto que la mayoría de las cosas que se nombran en ese correo ya habrían desaparecido, es lo que ha sucedido en todos los países que han tenido un desarrollo normal, pero allá todo ha sido para atrás como el cangrejo. Y lo que el algún momento fue un sueño se convirtió en una pesadilla que ya dura demasiado tiempo.
Gracias a todos por pasar y comentar. Un abrazo.