No todos pueden decir que han llegado a los 99 años. Doña Rosa es la madre de una buena amiga, y aunque ahora está un poquitín pachucha, hasta no hace mucho hacía su compra y atendía su casa; Además de hacer ganchillo, su gran afición. Esta almohadilla de olor, me la regaló ella hará cosa de un año.Felicidades Doña Rosa, y espero que si llego a su edad, sea con la misma vitalidad que la que Ud. siempre ha tenido.
Hola Lola, que preciosidad lo de los jaboncitos. A mi me gusta mucho el ganchillo y reconozco que se me da bien lo que pasa es que por falta de tiempo, pocas veces me pongo. Me relaja mucho pero sobre todo lo poco que hago, es en invierno porque ahora con estas caloressssss...., como que no.
ResponderEliminarRespecto a meme, gracias por acordarte de mí, si no te importa en otro momento lo pondré, nunca los he seguido pero reconozco que hay algunos muy buenos sobre todo para conocernos un poco más.
Un besito guapa
Ya me gustaria llegar a los 99 y hacer estas joyitas. Felicitala de mi parte.
ResponderEliminarPara ti muchos besos
DIOS MIO, DIOS MIO, me ha llegado al alma Lola.GRACIAS,GRACIAS,GRACIAS.
ResponderEliminarEs una edad venerable. Seguro que Rosa estA muy linda.
ResponderEliminarFelicidades Rosa!
del grupo de los aseres de Miami.
Gracias por el reconocimiento. Gracias de verdad, pero más que un premio, agradezco tus palabras cuando dices que siempre que pasas por "tigrero" sales con un conocimiento nuevo, pero más que nuevo, interesante. Esas palabras son un gran aliento para este servidor, pues déjame decirte que me es muy costoso subir contenidos al blog, soy un poco torpe en cuanto al manejo de la tecnología, eso me quita un tiempo valioso, por otra parte, el tema de la entrada tiene que haberme ganado a mí antes de publicarlo y lo rumio por días, es por eso que tardo semanas en actualizar. A veces uno se pregunta ¿Para qué?...Bueno, tus palabras son respuesta a mi pregunta. Gracias Lola.
ResponderEliminarMe ha llegado al alma este post.
ResponderEliminarUna señora tan mayor y con esas ganas de agradar a los demás, con esos detalles como el de la almohada de olor -primoroso por cierto-, te hacen seguir creyendo en el mundo.