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miércoles, 7 de noviembre de 2007

Colegio pijo (2)

La entrada al colegio creo que era a las 8 , el caso es que yo debía de estar en la puerta de mi casa sobre las 7 y cuarto, porque iban recogiendo a cada niño en su casa y el recorrido se hacía bastante largo. Recuerdo que el chófer se llamaba Manolo y la señorita que nos cuidaba, Carmen, ella era la que se encargaba de que nos portáramos bien y sobre todo que no nos dedicáramos a dar saltos en el asiento cuando la guagua entraba a repartos como Santa Catalina o Vibora Park, dónde habían unos baches puestos para evitar el exceso de velocidad. Nos encantaba ponernos en los últimos asientos para que el "brinco" fuera más emocionante, lo malo es que la tal Carmen, se ponía a leer el periódico mientras que con el rabo del ojo nos vigilaba, por lo que siempre terminaba estropeándonos la diversión.
Yo almorzaba en casa, así que a la tarde, otra vez sobre las dos de la tarde vuelta a esperar la guagua para el mismo recorrido. Las clases finalizaban sobre las cinco. Eso, todos los días de lunes a viernes. Después estaban los castigos, que podían ser quedarse por las tardes en una clase habilitada para eso, haciendo deberes hasta la hora marcada, que siempre coincidía con la salida de los que estudiaban enseñanza secundaria. Y para los reincidentes, había que ir los sábados, la guagua se encargaba de recogerte y llevarte. Tuve una compañera, no recuerdo su nombre, que creo que pasó tanto tiempo castigada como el que iba a clases.
Otro tipo de castigo eran las copias, en 5º curso creo que llegué a aprenderme de memoria el libro de gramática de inglés de la gran cantidad de copias que me mandó a hacer esa maestra, una mujer estirada y de la que no guardo ningún buen recuerdo, era imposible que yo me portara bien con las demás maestras y con ella siempre había problemas, la nota de conducta con ella siempre era la más baja, lo que hacía que mi nota siempre bajara, a veces pienso que yo no le gustaba por algún motivo, no se cuál, sólo era una niña de 9 años, pero siempre me hizo sentir mal, el simple hecho de agacharme del asiento para recoger algo que se me había caído ya era motivo suficiente para que me castigara. Mercedes Dumois era su nombre.
Continuará...

15 comentarios:

  1. Me gusto esta historia (hay parte 1 tambien?). Quedo a la espera de leerte mas...

    saludos,
    Len

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  2. Si hay una primera parte, está en el archivo de octubre, no tengo clasificado por etiquetas. Gracias por la visita!!:)

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  3. Me trae recuerdos de mi propio colegio, de mis profesores y de todas las copias que tuve que hacer. Muy lindo.

    Besos,

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  4. Creo que tienes razón. Por muy mala que fueras a los 9 años no podias ser otra cosa que un angel. Si no se llevaban bien en aquel entonces era su culpa. No obstante, si ahora lee tu blog...
    Buena historia. Que forma tan simple de decir cosas maravillosas y que forma tan maravillosa de decir cosas simples!

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  5. qué tiempos tan lindos aquellos en que apenas agarrar un bachecito en el asiento de la guagua bastaba para hacernos felices... eh?

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  6. Tawaki Al parecer eso de las copias es algo internacional, jeje.

    Juan Rafael No exactamente, pero digamos que estoy ahuyentando cierto fantasmas del pasado.

    Al godar No creo que lea mi blog, es bastante improbable, pero necesitaba dejar testimonio de ciertas cosas, ese tipo de educación muchas veces dejaban marcas que a veces no se quitan nunca.

    Frigi Lo de los baches y comprar pirulís a la salida del colegio era algo así como alcanzar la gloria.

    Gracias a todos por sus comentarios. Saludos!!

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  7. Yo también estuve durante dos añitos en un cole así... con monjas aquellas de disciplina ferrea... de allí me viene ahora la manía de cuestionarlo todo... también hubo cositas buenas.
    Busco la primera parte que me he perdido.

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  8. Estamos iguales, esas cosas marcan lo suyo. Tienes razón, también hubo cositas buenas, no todas mis maestras eran iguales, y guardo buen recuerdo de muchas amiguitas de esa época.Si quieres leer la primera parte, está en los archivos de octubre, tengo que organizar las etiquetas. Besos!!

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  9. Bonitos recuerdos, a pesar de todo.
    Me has recordado lo de copiar. Ese, creo, que ha sido el único castigo que he recibido en el colegio. Uff que de tiempo hace de eso...

    Un abrazo

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  10. Me gustan estas memorias escolares porque me doy cuenta que los métodos son parecidos en muchos lugares. A mi también me hacían hacer copias y nunca comprení la utilidad de ello. Saludos!

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  11. Hola!!!me encanta leer tus historias!!muy buenas...aunque tienes algunos buenos recuerdos también hay momentos dificiles!!!esperaremos la siguiente parte...un beso

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  12. Ya lo lei! Gracias por decirme donde estaba y por contarnos estas memorias tuyas que nos pueden enseniar como era antes!
    Lena

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  13. Trini bienvenida!! y Budokan al parecer los maestros en todos sitios tienen las mismas costumbres, a mi lo de las copias del libro de inglés sólo me sirvió para aborrecer el idioma.

    Dalis, Lena Gracias por sus palabras, intentaré seguir la historia, hay cosas que ya estaban un poco olvidadas. Un beso a todos.

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  14. Querida Lola: encontre este escrito tuyo por casualidad, y ha hecho la funcion de una maquina del tiempo hacia el siglo pasado. Tu descripcion de Mercy Dumois es tan exacta, que la reconoci en el acto. Era algo estirada, pero nunca tuve ningu problema con ella.Creo que le caia bien, y como siempre me gusto el ingles, sacaba muy buenas notas, y como le tenia un poco de miedo por lo estirada que era, me estaba bien tranquilita. Pero no le caia mal. O por lo menos no me lo demostraba. A la que le tenia terror era a Ceres Aranalde (Yita) Esta no era esposa de Buigas? A Buigas le tenia un poco de miedo, aunque me caia bien. Otra que me aterrorizaba era Mrs. Clay, profesora de ingles. A Baldor lo adorabade todo corazon, aunque a veces le temia. Cosas de la primaria. Tienen que poner caracter. Escribes como los angeles. Me encanta tu blog.
    Gilda Echevarria, alumna de Baldor.

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